Tras una vida juntos, el tiempo les robó los años. A los ochenta, vivían separados. Ella, con la poca salud que su coraje le permitía retener, es ingresada en un geriátrico. Él, con la fuerza de un quinceañero, la visita cada día.
Lo único que dura para siempre es lo que sobrevive a todo. Incluso a la muerte.
Esta va por ellos.
Remiendos
Vejez viajera, pasajera de los cuerpos.
Bastón, boina, dentadura, remiendos.
Kilometro y medio de ejercicio diario.
La visita sin faltas en el calendario.
*
Empezó un invierno, se la llevaron.
Como dos valientes, de amor se armaron.
Cada tarde él camina
tres mil suspiros hasta su cama.
Él sólo la mira,
ella sólo lo ama.
*
Vejez viajera, que pronto has llegado.
Medio siglo, él se dice, quedó en el pasado.
Se nos fue la vida, el ayer no regresa
Lamenta el anciano mientras la besa.
*
Profunda la noche, de madrugada
Sin previo aviso el corazón se apaga.
El último adiós, el fin del camino
El sendero esa tarde
tendrá otro destino. *

Vejez viajera, la vida pa´ los cuerdos.
Garrota, sombrero, pastilla, remiendos.
Soledad, fuga de alegría
Cada mañana, tras la noche, otra vez de día.
*
Y él la busca, como aquel agosto
Si cierra sus ojos aún ve su rostro.
En sus recuerdos, esconde un tesoro.
Ella se ha ido pero él no esta solo.
Precioso….como todo lo q escribes!!!!
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Gracias July!!!! un besito
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Como escribes preciosa. Un besazo
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Eres maravillosa, se que haces muchas cosas bien, pero me encanta leer tus relatos. No dejes de hacerlo. Un abrazo
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