CAPÍTULO I
Incertidumbres
Primer día de viaje
Hace unas horas decidí coger una mochila y cargármela a la espalda. Sabía que era una locura pero… ¿qué no es una locura?. Hoy es mi “primer día de viaje”. No llevo demasiadas cosas. Tengo que reconocer que lo más difícil no ha sido seleccionar lo que formaría parte del equipaje. Había poco hueco, y a nadie se le escapa qué es lo imprescindible. Lo más complicado ha sido desprenderme de todo lo que dejo atrás. Cuando se trata de hacer algo así, cualquier cosa parece querer frenarte. En la vida, que según dicen sólo hay una, hay determinados pasos, determinadas decisiones, que provocan un vértigo especial. En economía lo llaman el coste de oportunidad, “el valor de la mejor opción no realizada”. A mí me gusta definirlo como “el valor para avanzar pese a lo que pierdes por hacerlo”.
Así, y a sabiendas de que no volveré a vivir este momento, me la he jugado y dejo todo lo que tengo. Debo reconocer que a cada minuto que pasa dudo más sobre si esto es lo que quiero, pero alguna fuerza extraña me empuja a vivir esta aventura. Nada de fantasmas, sé que viene de dentro, de las ganas de descubrir lo que este mundo tiene para enseñarme.
Siempre digo que las cosas no tienen un plan secreto, que los únicos planes secretos que existen son los de las personas. Y mi plan, medio desmontado por los miedos, empieza hoy.
Quizá mi hucha rota no me permita costear demasiado tiempo lejos de casa. Pero mi intención es buscar un hogar en cada esquina. Sé que a veces será duro, pero tengo claro que quiero escribir mi propia historia y esta empieza por enfrentarme a cada uno de los retos que surjan.
Para ser sincera… no tengo muy claro a donde ir. Hay tanto ahí fuera que quién sabe lo que me deparará este viaje. Pero para empezar cogeré un autobús a Granada. Al fin y al cabo le tengo un cariño especial a esa bendita ciudad, y no quiero irme sin despedirme. Los que han estado allí, al menos una vez, saben de lo que hablo. La magia se inventó en Granada.
No habrá teléfono, ni pareja de viaje. Como única compañía, llevaré este “blog de notas”. Suficiente. Hay demasiada gente ahí fuera que nos olvidamos de conocer cuando nos encerramos en la rutina. No quiero ofender, estoy orgullosa de los que me rodean, maravillada de cada una de sus virtudes y defectos, de estos últimos es de los que más he aprendido, sobre todo porque encuentro los míos constantemente. Pero precisamente por todo lo que me aporta la gente que tengo cerca no dejo de preguntarme cuántas personas me estaré perdiendo. En alguna ocasión, tomando un café con un amigo, he hecho esa misma reflexión, “el mundo tiene millones de habitantes, ¿cuánta gente especial como tú habrá ahí fuera?”. Soy consciente de que es imposible conocerla a toda, pero me conformo con conocerme a mi misma.
No voy perder más tiempo, ni siquiera he mirado el horario de los autobuses y no me gustaría que se me pasase el siguiente, es ahora o nunca. Para la próxima vez que escriba debería estar en “cualquier otro lugar”. Deséame suerte y hasta pronto.
Levantarme y que mi primer pensamiento sea, ¿habrá empezado Wonki su viaje? sí…ya lo ha hecho y ahora solo me toca esperar ansiosa su siguiente destino.
Gracias por hacernos partícipes de tu magia, si de verdad ésta se inventó en Granada, sin duda fuiste tú, durante tu estancia allí, la responsable de ello…
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Mil gracias, Ángela, es un placer que alguien como tu dedique un trozo de su tiempo a leer esto! Gracias por hacerme sentir especial!
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Me encanta….como siempre……y acabo de tomar la firme decision de hacer sste viaje contigo, enredada entre tus notas. Gracias por compartir esta avenrura.
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Gracias July, y como siempre… eres bien recibida!!!
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