Las dos de la madrugada. Las agujas fluorescentes del reloj se mueven muy lento. El armario cruje. Todo en silencio. Y yo, con párpados pesados y sensación inquieta, sigo mirando … Continúa leyendo Recurrencia

Las dos de la madrugada. Las agujas fluorescentes del reloj se mueven muy lento. El armario cruje. Todo en silencio. Y yo, con párpados pesados y sensación inquieta, sigo mirando … Continúa leyendo Recurrencia